Una lección de la crisis de deuda europea

Por Federico Álvarez

La crisis de la deuda de varios países de Europa, ha puesto a la Eurozona frente a uno de los más altos riesgos desde su creación.

El porqué esos países se endeudaron más allá de sus posibilidades, tiene diferentes explicaciones. Sin embargo hay un elemento común que deseo resaltar: Tanto para Grecia, como para Irlanda y Portugal, se hizo fácil y barato el tomar deuda.

Y es que la introducción del Euro redujo significativamente la tasa de interés en estos países que tenían una moneda débil, porque los inversionistas, al ver disminuido el riesgo de las devaluaciones, bajaron el costo de su dinero.

Como sabemos, el riesgo es el principal elemento en la fijación de la tasa de interés o del rendimiento de los créditos.

Pero veamos el caso de las razones de endeudamiento de estos tres países:

La economía de Grecia fue una de las más dinámicas y de mayor crecimiento de Europa entre los años 2000 y 2007. Crecimientos anuales del 4.2% y grandes inversiones extranjeras fortalecieron la economía griega.

Durante estos años, sin embargo, el gobierno quiso deslegitimar el reclamo de grupos de la izquierda, que pedían que el crecimiento económico beneficiara más a los más pobres. Dicho en otros términos, el gobierno cayó en la trampa del populismo.

Para poder financiar la creación de más puestos de trabajo en el sector público, pensiones más altas para los jubilados y mayores beneficios sociales para todos, los sucesivos gobiernos griegos incurrieron en fuertes déficits fiscales que tuvieron que cubrir con la deuda barata disponible. La deuda creció entonces a más del 100% del PIB.

Como sabemos también, una de las reglas de oro de una sana administración pública es que solamente se deben dar los beneficios sociales que se pueden pagar: Si quiero dar más beneficios, debo recortar gastos de otros rubros, pero no financiarlos con deuda.

Luego vino la crisis financiera mundial de 2007 y 2008 y las dos principales industrias de Grecia, la flota mercante y el turismo, se vieron afectadas por una caída de la demanda de más del 15% en 2009. Los inversionistas se pusieron nerviosos al percibir que Grecia ya no podría pagar su deuda y le subieron el rendimiento a sus préstamos, haciendo la cosa peor para Grecia.

En el caso de Irlanda, otro ejemplo de rápido crecimiento económico en Europa, el gobierno se endeudó también, pero para poder rescatar los seis bancos más grandes de ese país que habían sobrefinanciado un crecimiento no sostenible en el sector vivienda.

En Portugal el gobierno se propuso impulsar su crecimiento económico con enormes gastos en infraestructura mediante el mecanismo de inversiones público privadas: El resultado fue desastroso. Se abandonaron las prácticas de licitación de obras públicas y el costo de las mismas se infló indebidamente. Los inversionistas privados se pusieron altísimos salarios y el gobierno creó nuevas plazas de empleados públicos para administrar estas contrataciones. Todo ello se pagó con deuda barata y abundante. Hasta que vino la crisis financiera mundial.

El rescate de estas tres economías ya va costando cerca de los 375 millardos de dólares (Billones, en el sistema no métrico decimal que usa Estados Unidos).

Si la disponibilidad de deuda barata fue una de las principales causas del sobre-endeudamiento de esos países europeos, piénsese en el riesgo en que se ponen los países pobres que se adhieren a Petrocaribe. Este mecanismo chavista pone a disposición de sus miembros dinero prestado fácil y barato. Y es muy difícil que los gobiernos actúen responsablemente ante las crecientes demandas que no pueden atender. La mayoría opta por endeudarse si el dinero es fácil de conseguir y si es la próxima administración la que deberá pagar la factura.